SEO a la desesperada

Para muchas compañías, las páginas web y tiendas online, en algunos casos, han sido la única parte «activa» de la empresa durante el confinamiento. De hecho, ha servido para que algunos empresarios recordaran que esas ventas estaban ahí. No es de extrañar entonces, que en las conversaciones con clientes, observe un inusitado interés por temas de SEO. A la desesperada, nos hemos dado cuenta de que el mundo puede detenerse y confinarse, pero otra cosa muy distinta es que Amazon deje de vender. Internet no se detiene ante nada.

La demanda de SEO

Tengo la impresión (y con «impresión» me refiero a que no tengo datos que respalden la idea), de que en los útilmos 10 años, el SEO, a diferencia de lo que suele ocurrir con el resto de estratos del ecosistema digital, ha avanzado más terreno técnicamente a nivel de prestaciones, que a nivel de implementación, de uso.

Si nos fijamos en Facebook y las redes sociales en general, avanzan a modo de «respuesta a las demandas» de sus usuarios. ¿Que se incrementan los contenidos de búsqueda de empleo y el tráfico hacia estos temas? Hola facebook Jobs. ¿Que los pequeños comercios están vendiendo sus productos a través de sus páginas?, Hola facebook Shops, Hola Instagram Shopping.

Cuando observamos que los usuarios empiezan a hacer uso de las herramientas disponibles para ejecutar acciones inesperadas (como publicar anuncios de oferta o búsqueda de empleo), podemos prever cuáles serán los siguientes pasos de las compañías de social media.

No ocurre lo mismo con el SEO. En mi parcela de mundo, parece que el SEO crezca sin que nadie lo demande. Parece que todo su potencial y tecnología esté enfocado exclusivamente a multinacionales y no es cierto. Cuando hablamos de Inteligencia Artificial o de Redes Neuronales, a los empresarios les cuesta imaginar que esas cosas «futuristas», tengan que ver con sus empresas.

Ahora, a pesar de que vemos este auge post confinamiento, sigo pensando que la cosa avanza demasiado lenta. Aunque me preocupa menos la velocidad, que las serias carencias de profundidad organizativa, que veo reflejadas en la inmensa mayoría de las empresas que conozco. El SEO sigue siendo «esa cosa que sirve para aparecer en Google».

No hay momento más significativo para mí, que cuando hablo con un cliente acerca de implementar campañas de SEM y al preguntarle por el SEO, me responde: «Deberíamos tener una reunión con Fulanito que es el que lleva departamento informático». Sorry. What?.

El SEO ausente

Y no falla. El panorama siempre es el mismo. Todos los cambios críticos, ya sea la renovación de la web, la puesta en marcha de la tienda online, o incluso el último lanzamiento de producto, se han implementado sin que nadie tuviera en cuenta el SEO.

Y así es como las empresas lanzan productos omitiendo la intención de búsqueda de sus clientes potenciales. Renuevan sus páginas web sin conocimientos sobre la forma en la que su audiencia se expresa. Y todo el contenido resultante, se crea sin datos de búsqueda que ayuden a los de Marketing a comprender las preocupaciones y necesidades de los clientes.

El contenido anterior no está actualizado y el nuevo se crea sin tener en cuenta ningún foco. ¿Cuáles son tus KPI?

Lo cierto es que muchas empresas se lanzan a vender online, pensando que su competidor sigue siendo el del polígono industrial de al lado. Y en Internet, no es así para nada.

¿Qué se suele hacer en ese momento? Tirar con lo que se tiene. Y ese no es un escenario recomendable.

El que tiene los datos y conoce mejor a tu audiencia

Ese es el SEO. No se trata de armar una guerra entre departamentos porque entiendo que cada uno se dedica a cubrir su parte. Pero es preciso asumir, que el SEO, no es anterior ni posterior a los proyectos de cada departamento, si no que debe empezar a estar presente en el antes, en el durante y en el después de todos ellos.

Además de conocer a la audiencia, el SEO es el encargado de conseguir y mantener el posicionamiento. No solo ha de lidiar contra la competencia de la empresa en internet, es que además, debe enfrentarse a constantes cambios en cuanto a las demandas de los buscadores. Cualquier empresario quiere posicionar, por supuesto. Luego mi primer consejo para todos es «deja de auto-boicotearte. Dale al SEO el espacio, la atención y el valor que merece».

Si el SEO tiene los datos y conoce mejor a tu audiencia, es obvio que tendrá mucho que aportar en cuanto al desarrollo de producto, porque es el que puede contarte acerca de sus intereses. Lo mismo pasa con el equipo de ventas e incluso con el de atención al cliente. El SEO es el que conoce las necesidades que los clientes expresan y los términos y la forma en la que estos se expresan.

Entiendo que no somos fans de los cambios de mentalidad, pero en el caso del SEO, empieza a ser necesario. Cualquier cosa que plantemos en Internet, cualquier producto, servicio, propuesta o declaración, debe ser «encontrada». Y no sirve que la encuentre cualquiera. Queremos que la encuentre un público concreto. Así que antes de mandar al departamento de marketing que ejecute cualquier tipo de acción online, deberíamos formularnos preguntas tan básicas como:

  • ¿Hay alguien buscando eso?
  • ¿Hay alguien más vendiendo algo igual con acceso a mi audiencia? ¿Quién es? ¿Qué tal le va?
  • ¿Esta acción beneficiará o perjudicará a mi posicionamiento?

El SEO en tiempos de incertidumbre

No me apetece hablar de crisis, por eso diré «incertidumbre». Suele decirse que es un momento ideal para pensar en oportunidades y no sólo en riesgos y pérdidas. Precisamente, en un momento como el que nos encontramos y el futuro inmediato que ya asumimos que nos espera, todos nos lanzaremos a Google más de una vez, en busca de esas oportunidades.

Intentaremos encontrar la mejor forma de llevar a buen puerto nuestros proyectos, nuestros hogares, intentaremos optimizar al máximo nuestras compras y gastos fijos, tanto profesionales como personales. Y llegados a las oportunidades que Google nos proponga, nos mostraremos más flexibles a afrontar cambios, a probar cosas nuevas.

Eso, visto desde el otro lado de la barrera y traducido a los intereses de una empresa, significa tener la oportunidad de ser lo que los usuarios busquen, y ofrecer el producto o el servicio que adquieran.

Pero claro, antes tendrán que encontrarte!

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